Héctor “Etín” Manca, es tucumano, lleva un hígado santafesino que le fue trasplantado por una enfermedad hepática insidiosa que ponía en peligro su vida. Y un día se le ocurrió unir en bicicleta la Casa de Tucumán con el Cabildo, en Buenos Aires. Todo un desafío y lo hizo para concientizar a la población de la necesidad de ser donantes. Hoy, en “La silla”, por Fisherton CNN; 89,5; a partir de la 08:00 horas, nos contará de su vida. Y de cómo tomó con convicción la tarea de propagar la necesidad de ser donante.
Hoy, en "La silla", Ciencia, Tecnología y Salud...
...por Fisherton CNN, 89,5...
Noticias locales e internacionales de ciencia, tecnología y salud humana.
El testimonio de una persona con trasplante de hígado en el Día Nacional de la Donación de Órganos
La voz de los Colegios Profesionales; Odontólogos, Farmacéuticos, Ingenieros Agrónomos
Medicina reproductiva; tratamientos, criopreservación social de óvulos; cuándo decir basta...nos visitará el doctor Carlos Morente, Director Médico de Proar
Martín Vázquez, director científico de Indear,
sostiene que “el ser humano es un superorganismo constituído por células
propias y células de terceros, que son los microbios que desarrollan un
sinnúmero de funciones en nosotros”.
Publicado
en El Ciudadano el 21 mayo 2015
Por Antonio Capriotti
La semana pasada, en una conferencia dada en Rosario, Martín Vázquez,
doctor en Biología que lidera proyectos de genómica y bioinformática en Indear,
(un emprendimiento que articula al sector público con el sector privado),
comenzó su disertación con una afirmación provocadora: “Homo sapiens es un
súperindividuo”, y ante el asombro de la audiencia conformada por algo más de
dos mil personas, se preguntó: “¿Por qué?”, para responderse: “Nos dimos cuenta
de que estaba provisto de sus propias células y de otro grupo de células, que
si bien no le pertenece, interactúa con sus propias células; es el microbioma
humano que está llamado a cumplir funciones sin las cuales, el ser humano no
podría vivir; es por esto que el ser humano es un súperindividuo”.
Vázquez, quien cubre la función de director científico de Indear, una
empresa de investigación y desarrollo surgida de una alianza entre la privada
Bioceres y el Conicet, y que cuenta con la primera plataforma de secuenciación
de ADN de alto rendimiento disponible en Argentina, detalló ante una audiencia
que lo seguía llena de asombro que el ser humano cuenta con unos 30 mil genes y
que, por cada gen humano, hay aproximadamente 300 genes de microbios, lo que da
la friolera de unos 10 millones de genes. Al mismo tiempo invitó a la audiencia
a reflexionar sobre que el ser humano por cada célula alberga, además, 10
células de microbios de especies diferentes. Células que nos constituyen como
el ser biológico que somos.
“¿Cómo no lo vimos antes?”, se preguntó Vázquez. El Ciudadano quiso
indagar sobre el impacto que este avance puede tener sobre la salud humana.
—La tecnología les
dio a ustedes las posibilidades de clasificar, estudiar y definir el microbioma
de cada uno de nosotros, ¿qué contribuciones trae a la salud humana?
—Con la tecnología actual podemos observar y monitorear el microbioma.
Nos permite, además, ver si algunas dolencias que no tenían una explicación
clara, encuentran su origen en el microbioma. Para lo cual, primero necesitamos
tener una referencia de individuos sanos. Nosotros hemos hecho junto a un
laboratorio local la primera referencia humana; elaboramos un mapa local
reclutando 10 hombres y 10 mujeres sanos en quienes estudiamos, muestreando,
diversos sitios para establecer el microbioma: fosas nasales, bucofaríngeo en
cuatro zonas, piel en dos sitios, gastrointestinales y vagina en mujeres; luego
procesamos estas muestras de la misma manera que lo hicieron en el banco de
datos de Estados Unidos, con el Proyecto Microbioma Humano, siguiendo los mismos
procesos estandarizados y sus respectivos protocolos. Analizamos 1.500 muestras
y encontramos diferencias, sobre todo, en el microbioma intestinal con la
población sana estudiada en los Estados Unidos.
—¿Este tipo de
estudio se ha hecho en otras partes?
—No. Es el primero en Argentina y creo que en el resto de Latinoamérica.
—¿Cómo se define el
microbioma y por qué se le llama segundo genoma?
—Cada microorganismo tiene su genoma; al conjunto de ellos se lo llama
microbioma y representan el segundo genoma, ya que el primer genoma es el
genoma de la célula propia. Ambos genomas interaccionan repartiéndose
funciones. Por eso sostenemos que el ser humano es un superorganismo que está
constituido por células propias y células de terceros que son los microbios que
desarrollan un sinnúmero de funciones que nosotros, con nuestras propias
células, no podemos hacer. Este proceso se fue dando por la evolución de
millones de años. Es como si fuera un acuerdo mutuo. Ese conjunto es el que
lleva adelante todas las funciones del organismo del ser humano.
—¿Cada individuo
tiene su propio microbioma, tan propio como su genoma?
—Sí. Es una firma única, así como nuestro código genético es único.
Existen pequeñas variaciones entre un ser humano y otro que lo hacen único. En
el microbioma pasa exactamente lo mismo. El microbioma es una firma de cada
individuo y es mucho más dinámico que el genoma propio.
—¿Qué pasa cuando
entran en conflicto genoma y microbioma?
—Se generan desórdenes que son los que producen enfermedades; las que
son producto de errores de nuestras propias células y, otras veces, de errores
del segundo genoma. En ese punto entran en conflicto. Conflicto quiere decir
que hay una dolencia, una patología, un desorden. Cesaron los beneficios de
aquel acuerdo y el organismo entra en conflicto.
—¿Ese conflicto es
el origen de las enfermedades que padece el ser humano?
—Hasta no hace mucho le atribuíamos la exclusiva responsabilidad al
componente genético del ser humano. No siempre le encontramos la explicación y
ahora nos damos cuenta que, en realidad, el haber podido describir este
microbioma en los humanos, nos induce a fijar la atención en las alteraciones
de ese microbioma como responsable de una cantidad de enfermedades desde las
que tienen que ver con la conducta y con la salud mental, hasta enfermedades
como diabetes, obesidad, enfermedades inflamatorias intestinales.
—¿El microbioma y
su relación con el medio ambiente nos revelaría que el nuestro es diferente al
de Estados Unidos, o al de regiones de Asia o África?
—Claro que sí. El microbioma está fuertemente impactado por las
condiciones ambientales locales, por ejemplo, el tipo de vida que lleva la
persona, el tipo de alimentación, el clima del lugar, etc; todo lo cual impacta
sobre la constitución de ese microbioma. La situación cultural, diferente según
los lugares, y la dinámica del microbioma, hacen que haya diferencias. El
microbioma se constituye localmente en cada región, para lo cual hay que
conocerlo localmente.
—¿Estos estudios de
secuenciación del microbioma a los que hace referencia son accesibles?
—Sí. Cada vez son más accesibles y van a estar más cerca de la clínica.
Estamos en ese camino de lograrlo. La idea es tener estas firmas moleculares de
diagnóstico de microbioma que nos permitan saber qué es lo que se desordenó
para poder tratarlo. Estas tecnologías de secuenciación nuevas nos permiten hacer
diagnósticos primarios.
—¿Una vez instalada
la enfermedad por el desorden del microbioma, la terapéutica que se usa es la
tradicional o se recurre a terapéuticas nuevas?
—Es una buena pregunta porque existen muchas variantes tanto sea con
prebióticos o probióticos.
—¿Cuál es la
diferencia entre ellos?
—Un probiótico es uno o una mezcla de microorganismos vivos que se
introducen en el organismo mediante una dieta y favorecen el desarrollo de la
flora microbiana en el intestino. Prebiótico es una molécula orgánica no viva
pero que tiene la capacidad de estimular el crecimiento de ciertos
microorganismos que ya están en el cuerpo; entonces sea prebiótico o probiótico
es tratar el desorden para lograr o restablecer el equilibrio. Existen los que
van a ser diseñados, modelados especialmente para tal o cual patología a la que
van a tratar específicamente; que pueden ser pre o probióticos de diseño y
existen naturales que se pueden usar para prevención incorporándolos a la dieta
habitual. Hoy sabemos que la dieta rica en fibras representa una dieta
equilibrada. Sabemos que en el microbioma intestinal se alimentan de ellas y
generan una serie de moléculas beneficiosas para el organismo que mantiene el
sistema inmune equilibrado. Cuando a la dieta le falta fibra esos microorganismos
dejan de proliferar, dejan de estar presentes, dándole la oportunidad a otros
patógenos oportunistas de ocupar ese lugar y generar desequilibrios que
repercutirán en el sistema inmune. Si bien se está estudiando desde hace años,
recién este año pudimos conocer en el mundo el microbioma de la piel.
CURSO
DE FORMACION EN MEDICINA REPRODUCTIVA PARA MEDICOS GINECOLOGOS
Organiza:
Centro médico PROAR, con el auspicio de la Universidad Nacional de Rosario
(UNR) y la Eastern Virginia Medical School (EVMS).
La
infertilidad es una enfermedad que afecta aproximadamente al 10% de las parejas
y que todo médico ginecólogo ve en la consulta. Sin embargo, no todos están
capacitados para responder adecuadamente a esta demanda y es común encontrarse
con parejas que tienen una batería de estudios mal pedidos, ya sea por ser
innecesarios, por exagerada repetición o realizados cronológicamente en forma
incorrecta, como también estudios que brillan por su ausencia. Este curso tiene
el objetivo de instruir a médicos ginecólogos en el abordaje diagnóstico de la
infertilidad para lograr una mejor comprensión de las diferentes patologías que
contribuyen a la misma y otorga una base de conocimientos indispensables a la
hora de plantear un tratamiento reproductivo.
Objetivos:
*
Conocer el estado actual de la infertilidad en el territorio Argentino
*
Aprender la fisiología de la reproducción
*
Manejar nociones básicas de genética y aprender Genética Médica aplicada a la
Medicina reproductiva
*
Conocer las distintas patologías que pueden afectar el proceso reproductivo y
su mecanismo
*
Disponer de protocolos diagnósticos para el abordaje de la pareja estéril
*
Conocer los parámetros de laboratorio del espermograma y la utilidad de otros
estudios de laboratorio en el caso del factor masculino
*
Conocer el arsenal terapeútico hormonal, su mecanismo de acción y pautas de
tratamiento
*
Aprender a identificar patologías a través de los estudios por imágenes y
técnicas de corrección de las mismas mediante cirugía por Video
*
Aprender a interpretar literatura científica e incorporar herramientas para
producir trabajos de investigación
El 3 de mayo fue proclamado como el Día Mundial de la Libertad de Prensa en 1993, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, siguiendo la recomendación de la Conferencia General de la UNESCO.
La fecha se eligió para que coincidiera con el aniversario de la Declaración de Windhoek, en la cual los representantes de medios de comunicación africanos que participaban en un seminario organizado por la UNESCO en la capital de Namibia, elaboraron un documento donde se recogían los principios de la libertad de prensa.
La cancrosis es una enfermedad que ataca a estos
árboles. En el Laboratorio de Interacciones Plantas-Microorganismos del
Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario buscan aportar
conocimiento y soluciones al problema sanitario y económico.
Publicado
el 30 abril 2015
Jorgelina Ottado y Natalia Gottig
Por Antonio Capriotti
Dos regiones del país, el NOA y el NEA,
son las principales productoras de cítricos y buena parte de los ingresos de
ambas depende de su explotación. El 50 por ciento de su producción se vuelca al
consumo interno, mientras que el restante 50 se exporta, sobre todo a la
Comunidad Económica Europea. La cancrosis es una enfermedad que afecta a las
plantas de citrus, provocada por una bacteria, Xanthomonas axonopodis patovar
(pv.) citri (Xac). En nuestro país se considera a la cancrosis endémica desde
1970, afectando, principalmente, a la región del NEA.
Una vez afectada la planta se carece de
cura, por lo cual el trabajo que se requiere es de prevención y cuidado,
mientras se vuelcan esfuerzos a la investigación de los mecanismos
biomoleculares de plantas y bacterias.
La planta, por ser un organismo fijo,
desarrolla su estrategia de defensa para adaptarse al ambiente y de esa manera,
en su lucha por la sobrevida, activa mecanismos que le sirven para defenderse
del estrés ambiental, provocado tanto por factores abióticos, propios del
espacio físico en el cual habitan los seres vivos, como el agua, la
temperatura, la luz, el suelo, la humedad, el aire; como por factores bióticos,
organismos vivos como, entre otros, las bacterias; y por la combinación de
ambos.
Favorecida por el viento y las lluvias,
la bacteria (Xac), se disemina y comienza a poblar las hojas de las plantas
hasta el momento oportuno de penetrar en las mismas, a través de los escotomas,
pequeños poros de las hojas y multiplicarse, colonizar la planta y enfermarla.
Una vez infectado el tejido vegetal y
por la presión de la multiplicación de la bacteria, ésta rompe el tejido
vegetal, migra hacia otros tejidos de la planta y hacia otras plantas cuando
encuentra condiciones ambientales que favorezcan este desplazamiento; el viento
y las lluvias son condiciones que les permiten a las bacterias encontrar nuevos
huéspedes.
Además, una vez infectada la planta no
tiene cura. Por eso es tan importante prevenir que las plantas se infecten,
usando compuestos antibacterianos a base de cobre. Dos cuestiones importantes
son: que hay bacterias que rápidamente desarrollan resistencia al cobre y que
éste es tóxico para la salud humana. Además, todavía no se conocen plantas de
citrus que desarrollen resistencia a la enfermedad. Lo que se hace para evitar
la propagación de la bacteria de una planta infectada a una sana, es utilizar
cortinas rompe-vientos, compuestas por plantas a modo de barreras. Si un lote
se infecta no queda más alternativas que incinerarlo.
El Senasa y el Inta elaboraron un
protocolo de tratamiento preventivo para evitar la enfermedad de las plantas,
que incluye podas regulares, la utilización de cortinas rompevientos, compuesta
por hileras de árboles, y el tratamiento con químicos a base de cobre, los que
se han revelado insuficientes.
El Laboratorio de Interacciones
Plantas-Microorganismos del Instituto de Biología Molecular y Celular de
Rosario (IBR, Conicet-UNR) viene trabajando en líneas de investigación básica
en la búsqueda de aportar conocimiento y posibles soluciones a este flagelo.
En un trabajo reciente, publicado en el
Journal of Experimental Botany, con la colaboración de investigadores de los
institutos Max Planck de Alemania y Kaust de Arabia Saudita, este equipo de
trabajo develó un nuevo mecanismo que utiliza la Xanthomonas para sobrevivir
sobre la superficie de la hoja.
El Ciudadano tomó contacto con dos de
las integrantes de este equipo de trabajo, Jorgelina Ottado y Natalia Gottig:
“En el grupo de trabajo estamos estudiando los mecanismos moleculares que usa
la bacteria para infectar a la planta. A qué proteínas recurre para iniciar la
infección y poder sobrevivir en la planta; y, por otro lado, las moléculas que
utiliza la planta para defenderse de la agresión. Nuestra investigación es a
nivel molecular, es decir básico, y abrimos distintas líneas, en este caso
particular. Lo último que hicimos fue estudiar una molécula que produce la
bacteria y que es un smoprotector disacárido llamado trealosa y que protege a
la bacteria del estrés ambiental, estrés salino, estrés por sequía, estrés por
calor y radiación ultravioleta. Produciendo trealosa, la bacteria se asegura su
sobrevida sobre la superficie de la hoja”, manifiestan las investigadoras.
—¿Quiere
decir que si se logra impedir a la bacteria la producción de trealosa ésta
pierde virulencia?
—Lo que nosotros hicimos es una mutante
de la bacteria que no produce trealosa, y al no poder producirla está más
expuesta a los diferentes estreses y sobrevive menos tiempo sobre la hoja y por
tal motivo infecta menos. Nos preguntamos para qué le sirve la trealosa a la
bacteria. La bacteria sin trealosa sigue infectando a la planta, lo que ocurre
que ante condiciones ambientales desfavorables sucumbe más rápidamente ya que
no puede sobrevivir. Hay un grupo mayor de bacterias que muere antes y por lo
tanto, la planta se infecta menos”, afirma Jorgelina Ottado.
Natalia Gottig, a su vez, complementa:
“Lo que nosotros hacemos es tratar de estudiar qué es lo que pasa dentro de la
planta con estas bacterias incapaces de producir trealosa y su interacción con
la planta; lo cual es probable que nos lleve a vislumbrar algún mecanismo por
el cual la planta pueda llegar a ser más resistente a la bacteria. Debemos
tener en cuenta que las plantas no producen anticuerpos como producimos los
humanos y los mamíferos. Aunque sí podemos intervenir para que las plantas
aumenten la expresión de algunos genes para la producción de peróxidos que son
tóxicos para la bacteria y de ese modo limitar el crecimiento de los
patógenos”.
Jorgelina Ottado, quien lidera al
equipo de trabajo, aclara: “Nuestros estudios son básicos; desde los mismos
tratamos de encontrar la mejor estrategia para conocer cómo se maneja la
enfermedad y eventualmente tratar a los cítricos para que sean más resistentes
a la posible colonización de agentes patógenos”.
—¿Quiere
decir que el próximo paso de ustedes sería trabajar con la planta para que
aumente su defensa a la agresión de la bacteria?
—Sí. Si bien es difícil obtener plantas
de citrus transgénicas y es algo que no tenemos a punto en el laboratorio, es
una posibilidad que estamos evaluando. Estamos trabajando. Buscamos cuál es el
camino más corto para obtener una planta transgénica de citrus más resistente.
El metabolismo de la trealosa fue uno de los caminos que emprendimos y que
aparece como prometedor. Pero seguimos avanzando en otras ideas, en busca de
mayor eficiencia. Acabamos de acceder a un estudio donde se ha demostrado que
una planta transgénica con las defensas aumentadas logra buenos rendimientos,
pese a ese mayor gasto de energía, destinado a defenderse. Esto nos motiva a
pensar en plantas que, aun teniendo sus defensas encendidas, pueden con
eficiencia, mantener sus niveles de producción de semillas.
—¿Se
puede pensar que la treolasa puede ser una aliada de la planta, también?
—Nosotros vimos que, por un lado, la
trealosa le sirve a la bacteria para reducir el efecto de los diferentes
estreses y sobrevivir más, e hicimos una mutante que no puede producir
trealosa; por otro lado estudiamos cómo la planta responde a este disacárido
que la bacteria está produciendo todo el tiempo. Lo novedoso que vimos es que
las plantas de cítricos reconocen este azúcar y eso hace que se aumenten el
mecanismo de defensa, al aumentar la expresión de genes específicos de defensa,
lo que hace que se produzca peróxido en el tejido vegetal que limita el
crecimiento del patógeno. Si la trealosa fuera un elemento económico, cosa que
no lo es, podríamos rociar a las plantas con trealosa con lo cual las plantas
se volverían más resistentes al patógeno y evitar ser invadidas por ellos”,
interviene Ottado.
Natalia Gottig, sintetiza: “A nivel de
laboratorio, y para darnos una idea más clara nosotros a una planta de naranja
le pulverizamos una hoja con trealosa y le inyectamos el patógeno, éste infecta
menos. Pero estamos en presencia de un remedio caro. Por eso pensamos que puede
ser más efectivo modificar genéticamente la planta para que cuando se encuentre
expuesta a la bacteria, ella genere la trealosa que será la barrera para la
proliferación del agente patógeno”.
Todo trabajo de investigación abre
siempre nuevas vías de conocimiento, se multiplica, abriendo un abanico de
posibilidades. Nuevas hipótesis que pueden llevar a un nuevo conocimiento o a
un fracaso, para el cual se debe estar preparado.
SE
REALIZÓ CON ÉXITO LA PRIMERA ENTEROSCOPÍA EN EL HOSPITAL CENTENARIO DE ROSARIO
El Hospital Centenario de la ciudad de Rosario
celebró la realización exitosa de la primera ENTEROSCOPIA por parte del Servicio de Gastroenterología,
utilizando para el procedimiento el nuevo equipamiento adquirido.
La endoscopía es una técnica diagnóstica y
terapéutica utilizada en medicina, que consiste en la utilización de una cámara
o lente dentro de un tubo o endoscopio a través de un orificio natural para diagnosticar
y tratar diferentes enfermedades.
El primer caso tratado fue un paciente de 68 años de
edad derivado del interior de la provinciapor una enterorragia - sangrado digestivo-, y con endoscopias alta y
baja previas normales, por lo que se utilizó el nuevo equipo de ENTEROSCOPIA y se
realizó una enteroscopia, y se pudo dar el diagnóstico de múltiples
divertículos intestinales.
El jefe de la Sala de Endoscopía, Orlando
Ruffinengo, comentó que el procedimiento fue un éxito y que con este equipo se
lograrán diagnósticos al nivel de los mejores centros del mundo, ya que en el
Hospital se cuenta con médicos formados y calificados como en los Centros de
vanguardia del mundo; por lo que los pacientes accederán a un diagnóstico y
tratamiento de patologías que antes requerían intervenciones más complejas.
El equipo de Gastroenterología está integrado además
de Ruffinengo, por el jefe de
Residentes, Joaquín Montero, y personal técnico, enfermería, anestesistas y
residentes del servicio.
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