martes, 31 de marzo de 2015

Entrevista al doctor Daniel Piskorz sobre hipertensión arterial y diabetes

Daniel Piskorz, Médico Cardiólogo. Matrícula: 8509
Instituto de Cardiología del Sanatorio Británico
Paraguay 40 - Rosario - Argentina
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¿En qué consiste la hipertensión arterial?

La sangre circula por las arterias ejerciendo determinada presión sobre sus paredes, lo que permite que circule por la totalidad del árbol arterial. Cuando el corazón se contrae, lo que se llama sístole, la sangre circula a una presión que puede alcanzar normalmente hasta 140 mm Hg, cuando el corazón se relaja durante la diástole la sangre circula a una presión que no debe superar los 90 mm Hg. Cuando ya sea por alteraciones cardíacas, de las paredes arteriales, o del volumen de sangre circulante la sangre recorre las arterias generando una presión mayor a 140 mm Hg en sístole o mayor a 90 mm Hg en diástole se dice que eso es hipertensión arterial. La importancia de la hipertensión arterial es que lesiona las paredes de las arterias, lo que se conoce como aterosclerosis y arteriosclerosis, y enferma órganos nobles como el corazón, cerebro o riñones.

¿Cuál es el porcentaje de pacientes que padecen esta enfermedad en Argentina?

En nuestro país, de acuerdo a distintos estudios epidemiológicos realizados en ciudades como Mendoza, Córdoba, Rosario o Buenos Aires, aproximadamente la tercera parte de la población adulta es hipertensa. Por otra parte, en relevamientos realizados en niños y adolescentes alrededor del 5 % de ellos son hipertensos. La frecuencia de presentación de la hipertensión arterial se incrementa con la edad, y por encima de los 60 años el 50 % de la población es hipertensa.

¿Cómo se manifiesta?

Lamentablemente la hipertensión arterial no tiene síntomas ni signos específicos, la única manera de detectarla es midiéndose la presión arterial. Es por ello que sólo se manifiesta a través de los daños crónicos y agudos que produce sobre los diversos tejidos que afecta. La manifestación más temible es la muerte súbita, que por lo general se debe a una oclusión aguda de una arteria coronaria en el corazón, y menos frecuentes a ataques cerebrales o rupturas de aneurismas de aorta. En otras ocasiones, las oclusiones agudas de las arterias del corazón, que tiene como consecuencia un infarto agudo de miocardio, no son fatales, al igual que los ataques cerebrales, ya sean infartos cerebrales o hemorragias intracerebrales. Otras de las manifestaciones son la insuficiencia cardíaca y la insuficiencia renal, con necesidad de diálisis crónica o transplante renal.

¿Cuál es su relación con la diabetes?

Los individuos con diabetes del adulto, también llamada diabetes tipo 2, tienen una significativa mayor probabilidad de padecer hipertensión arterial, y a cualquier edad, el promedio de presión arterial de los diabéticos es significativamente mayor que el de los sujetos no diabéticos. En general, la diabetes tipo 2 se asocia a obesidad central, y ello también influye en esta mayor probabilidad de padecer hipertensión arterial. En los pacientes diabéticos infanto juveniles, también llamada diabetes tipo 1, la hipertensión arterial se relaciona con el desarrollo de daño renal, por lo que si el mismo puede ser prevenido no se genera hipertensión arterial. Por lo expuesto, la relación entre las dos forma de presentarse la diabetes y la hipertensión arterial son disímiles.

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